CENTRO VETERINARIO LOBETE

Protégelo - 7. Filariosis

 

¿QUÉ ES LA FILARIOSIS?


La dirofilariosis también conocida como la filariosis o la enfermedad del gusano de corazón) es una enfermedad parasitaria que afecta sobre todo a los cánidos y más en específico a nuestro perro.


Está causada por gusanos de la familia de los Nematodos y del género Dirofilaria. En España existen dos tipos de gravedad diferente:
 

• Dirofilaria immitis
• Dirofilaria repens
    

¿CÓMO SE TRANSMITE?


El mosquito transmite el parásito (llamado filaria o gusano de corazón) de un perro enfermo a otro sano.

Una simple picadura de mosquito puede infectar a un animal sano.

En el animal enfermo, las larvas (microfilarias) de ambas formas de filariosis son liberadas por los gusanos adultos directamente en la corriente sanguínea.

Los mosquitos ingieren las larvas cuando pican a un animal infectado.

Una vez ingeridas, las formas larvales viven en el interior del mosquito donde se desarrollan en larvas infestantes.

A partir de este momento el mosquito transmite las larvas cuando pica a un animal sano.

Una vez en el perro, las larvas empiezan su recorrido hacia la ubicación definitiva donde alcanzarán la forma adulta y empiezan a reproducirse, empezando un nuevo ciclo de vida.

 

CICLO DE VIDA DEL PARÁSITO:


¿Cómo es el ciclo de vida de la filaria o gusano de corazón?

El parásito necesita dos hospedadores para reproducirse:


• El mosquito
• El perro

  

Desarrollo en el mosquito:

• El mosquito al picar un perro infestado ingiere, junto con la sangre, las microfilarias o L1.

• En el intestino del mosquito las larvas permanecen aproximadamente un día y pasado ese tiempo emigran a los túbulos de Malpighi donde continúa el desarrollo de las siguientes fases larvarias.

• En la primera muda (de L2 a L3) las larvas disminuyen el tamaño y aumentan su grosor (adoptan una forma parecida a una salchicha).

• A continuación las larvas emergen a la luz de los túbulos de Malpighi, donde tendrá el posterior desarrollo.

• Una vez ha alcanzado la fase larvaria L3 (infestante para el perro), migra a la cavidad bucal.

 

Desarrollo en el perro:

• Las larvas L3 se inoculan al perro durante la alimentación del mosquito infestado. Penetra activamente desde la herida producida en la piel del animal hasta llegar a un sitio de descanso en el tejido subcutáneo, muscular o grasa.

• En esta localización muda a L4 (aprox. 2 semanas) y finalmente a L5 después de 80-120 días de la infestación.

• Aproximadamente a los 3 meses comienza la migración de las formas inmaduras adultas, utilizando la circulación venosa, al ventrículo derecho del corazón, arteria pulmonar y vasos adyacentes.

• La emisión de microfilarias empieza entre 6 y 7,5 meses después del momento de infestación del perro. Las microfilarias pueden permanecer en la sangre durante varios meses e incluso 2 años.

• Debido a esta prolongada permanencia de las microfilarias en el circuito sanguíneo del perro, éste debe considerarse “reservorio” de la infestación para los hospedadores intermediarios (mosquito).

 

SÍNTOMAS Y EVOLUCIÓN:


Los parásitos provocan grandes lesiones en órganos importantes como el corazón, arterias pulmonares, pulmones, hígado y riñones.

Estos parásitos producen obstrucciones a nivel de los grandes vasos que salen del corazón e interfieren en el funcionamiento de las válvulas cardiacas, lo que hace que el corazón no sea eficiente y provoca un fallo cardiaco.

En el perro, la filariosis cardiopulmonar es una enfermedad crónica que, con la persistencia del estímulo parasitario, conduce al deterioro progresivo de diversas funciones orgánicas hasta que, en los casos graves, sobreviene la muerte. 

Estas lesiones son las que provocan los síntomas clínicos, que no son inmediatos y que pueden oscilar entre 1 año y varios años hasta aparecer en el perro, mientras estos perros enfermos están asintomáticos. Estos síntomas pueden ser: inapetencia, cansancio, adelgazamiento, tos, sincopes, hemorragias nasales y según avanza la enfermedad complicarse con ascitis, edemas y en casos más severos la muerte. En la forma aguda se produce un taponamiento de las venas que llegan al corazón llamado “síndrome de las venas cavas” que produce súbitamente la muerte.

En el caso de Dirofilaria repens, la infestación es escasamente patógena y por lo tanto menos preocupante

Por el contrario, la infestación de Dirofilaria immitis es claramente más peligrosa, y si no se cura a tiempo puede conllevar consecuencias fatales.

Los parásitos adultos pueden alcanzar un tamaño considerable (más de 30 cm de longitud) hasta tal punto que impiden un desarrollo regular de las funciones cardiacas y, al mismo tiempo, son tóxicos para el hígado y los riñones.

Los síntomas más evidentes son cansancio, tos y adelgazamiento, edema pulmonar e insuficiencia cardiaca.
Estos síntomas se agravan cuando el animal hace esfuerzos ejercicio.
 

 

DIAGNÓSTICO:


Existen varios métodos para poder diagnosticar la enfermedad, que frecuentemente tenemos que hacer una combinación de ellos y en casos difíciles, recurrir a expertos. 

Los principales métodos son:


- Detectar las microfilarias en sangre y después identificar estas, para saber si son microfilarias de dirofilaria inmitis y no otras que no producen la filariosis cardiaca. Puede ocurrir y especialmente en Huelva está ocurriendo, que no presente el perro microfilarias en sangre, es lo que llamamos filariosis oculta, y no significa que no tenga la enfermedad, sino que puede tener adultos en corazón, pero las microfilarias o se han destruido o no se han producido. Actualmente más del 35 % de los casos positivos no tienen microfilarias en sangre circulante.

- Detectar los parásitos adultos o mejor dicho el antígeno de estos parásitos adultos para ello se realizan diferentes test de antígenos que nos demuestran que existen parásitos aunque no existan microfilarias.

- Cuando estos test son negativos o dudosos, debemos recurrir a otros métodos auxiliares, que son análisis sanguíneos, radiografías torácicas, electrocardiografía, angiografía pulmonar y ecocardiografía y con la combinación de estos y por personal experto determinar si estamos en caso de un perro con filariosis o no.

 

TRATAMIENTO:


Todos los casos de filariosis, pueden ser tratados con éxito, incluso los casos agudos con síndrome de la vena cava. La única limitación es la degeneración que existe en los diferentes órganos provocados por la cronicidad del proceso y el diagnostico demasiado tardío. Lo más importante es el diagnostico precoz y un buen seguimiento hasta conseguir eliminar los parásitos del corazón.

 

El tratamiento los podemos dividir en 3 etapas:
 

- La primera etapa es la evaluación del estado del perro, por medio de un completo examen físico, de pruebas de laboratorio y de una radiografía torácica con estos datos evaluamos al paciente e instauramos el tratamiento necesario para dejar al animal en el mejor estado para eliminar las microfilarias y los parásitos adultos.

- La segunda etapa consiste en la eliminación de las microfilarias del torrente circulatorio, para lo cual utilizamos un derivado de ivermectina que por vía oral damos una sola vez al perro y en unos 15-20 días se eliminan estas completamente. Después de esta etapa, necesitamos evaluar otra vez al paciente para asegurarnos que continua en perfectas condiciones.

- La tercera etapa o etapa final en algunos casos, consiste en eliminar los parásitos adultos en corazón. El tratamiento adulticida puede ser tiacetarsamida sódica (caparsolate, arsenolate o filaramide) que se administra durante 2 días en 4 inyecciones intravenosas cada 12 horas y estrictamente vigilado por el veterinario o bien melarsamida (inmiticide) que se administra de forma intramuscular 2 inyecciones cada 24 horas. Los dos tratamientos tienen sus riesgos, pero bien vigilados no deben ocasionar ningún problema. Posteriormente al tratamiento es necesario mantener al animal en reposo y hacer una evaluación a los 7 días y a los 21 días.
 

Algunas veces antes, durante o después del tratamiento se puede originar el “síndrome vena cava” y en estos casos el tratamiento también es posible y difiere totalmente del comentado. En estos casos el tratamiento solamente es quirúrgico y consiste en extraer los parásitos de las venas cavas y del corazón a través de la vena yugular, con medios adecuados. Es una técnica fácil y con solo un sedante ligero es posible extraer la mayor cantidad de parásitos adultos y después de controlar el perro se pueden hacer los tratamientos restantes si no se habían realizado antes.
 

Una vez que hemos tratado al animal y lo tenemos en perfecto estado de salud hay que comenzar a prevenir la enfermedad para que no vuelva a infestarse.
 

 

PREVENCIÓN:


En la actualidad existen diferentes productos que previenen la enfermedad con una eficacia altísima. Estos productos están basados en derivados de abamectina y son ivermectina (cardotek plus), melbemicina (interceptor y program plus) y selamectina (stronghold). Cada uno tiene una forma de aplicación y previene además de otros parásitos, tanto internos, (áscaris), como externos, (pulgas). Todos se administran una vez al mes, ya que actúan sobre las larvas que introducen los mosquitos debajo de la piel y que permanece allí durante esos 30 días que es justo la forma de aplicación del preventivo cada, 30 días.

 

 ¿Cuándo hay más riesgo?

El periodo de riesgo está relacionado con la presencia de mosquitos, el vector de la filariosis.

Por tanto, el periodo de riesgo, que en España siempre ha sido de abril a septiembre, se está extendiendo como consecuencia del calentamiento global, que favorece la presencia de mosquitos “fuera de temporada”. En las Islas Canarias el periodo de riesgo es aún más largo.

 

¿Dónde hay más riesgo?

La filariosis es endémica en gran parte de España. En la figura se puede observar las zonas de riesgo de Dirofilaria immitis.

La costa mediterránea desde Huelva hasta Tarragona, el valle del Ebro, el valle del Tormes, las Islas Baleares y las Islas Canarias son regiones de riesgo para Dirofilaria immitis.

Dirofilaria repens está presente en toda España. En un estudio de mercado se observó que solamente el 26,6% de los dueños en las zonas endémicas protegen sus perros de forma preventiva frente a la dirofilaria y el 76,9% de los dueños de perros no saben que viven en una zona endémica.


En zonas endémicas y con presencia de mosquitos todo el año, los tratamientos preventivos hay que darlos durante todo el año y en caso de otras zonas donde la presencia de mosquitos no existe en varios meses, podemos dejar de administrar el preventivo, justo en estos meses, pero con mucho cuidado, ya que en días soleados y con temperaturas suaves, podemos tener presencia de mosquitos, pues algunos de estas especies de mosquitos hibernan y salen con aumento de la temperatura.

En todos los casos y aun cuando estemos dando el preventivo de forma continua durante todo el año, es conveniente tener la seguridad que durante ese año no ha existido infestaciones nuevas, para ello es muy aconsejable realizar un control mediante los test de antígenos que hemos comentado anteriormente, y si fuese negativo continuaríamos con la prevención y si fuese positivo, tendríamos un diagnostico muy precoz y realizaríamos un tratamiento completo que sería de bajo riesgo y totalmente eficaz y posteriormente seguiríamos con la prevención.

 

¿Por qué es importante la prevención?

- Es una enfermedad grave y potencialmente mortal para el perro.

- Actualmente viajamos mucho con nuestros perros y se pueden infestar en una zona endémica u otro perro con la enfermedad se puede trasladar a nuestra zona.

- Existe dificultad (riesgo y coste) en el tratamiento curativo.

- La prevención es fácil y además prevenimos de otros problemas.

- Evitamos el sufrimiento de nuestro animal.

- En España cada vez tenemos más filariosis.

- Existe riego de trasmisión al hombre, aunque afortunadamente el proceso no suele revestir seriedad.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuentes:    Elanco

                        Vetpunta