Protégelo - 2. Vacunación en perros
PARVOVIROSIS CANINA: La Parvovirosis canina es una enfermedad altamente contagiosa provocada por un Parvovirus, catalogado entre los virus más resistentes hasta ahora conocidos. Sobrevive en el medio ambiente durante meses. Se transmite por materia fecal y a través de todas las secreciones eliminadas por el perro enfermo, penetrando por vía oral en los perros susceptibles a través de las manos o el calzado de quien haya estado en contacto con algún perro infectado. Los primeros síntomas son vómitos y diarrea profusa que en muchas ocasiones son hemorrágicos. Junto con estos síntomas aparecen fiebre, depresión y falta de apetito. En los casos en que la diarrea y los vómitos son profusos e incontrolables, la deshidratación es lo que más compromete la vida de nuestro perro. En los cachorritos de menos de 30 días la Parvovirosis puede adoptar una forma cardíaca de presentación sobreaguda con muerte repentina. Hasta el momento no se conocen medicamentos específicos para la curación de la Parvovirosis. El tratamiento es solo de sostén y de control de la sintomatología. MOQUILLO CANINO: El Moquillo o Distemper canino es una enfermedad viral contagiosa y es la que ocasiona más muertes en los cachorros entre los 3 y los 6 ó 7 meses de edad, aunque puede afectar a perros de todas las edades y adquiere gran importancia en animales mayores no revacunados. La enfermedad la provoca un Paramixovirus que es relativamente débil a los agentes desinfectantes comunes y al calor. Se transmite a partir de todas las secreciones del cuerpo del perro infectado. A los 7 a 14 días del contagio, el cachorro comienza con temperatura elevada, conjuntivitis y secreción nasal. Posteriormente, es frecuente la presentación de tos, diarrea, falta de apetito, vómitos y deshidratación con pérdida de peso, especialmente en el Moquillo agudo. Los síntomas van progresando hacia a una neumonía y en muchos casos se desarrollan síntomas neurológicos como espasmos musculares, falta de coordinación en las patas, convulsiones, rigidez muscular, marcha en círculos, etc... que pueden ser permanentes o bien fatales (la presencia de estos signos hace que el pronóstico sea desfavorable). Es una enfermedad difícil de tratar porque no existen medicamentos específicos para curarla. Realmente pocos sobreviven y los que lo hacen, quedan con secuelas permanentes. La mejor manera de prevenir la enfermedad es vacunando a los cachorros. Las vacunas disponibles hoy en día inducen una inmunidad efectiva contra esta enfermedad. COMPLEJO TOS DE LAS PERRERAS (TRAQUEOBRONQUITIS INFECCIOSA): Varios virus y bacterias son sospechosos de provocar esta enfermedad; entre ellos, Adenovirus, Herpesvirus, Reovirus… y bacterias (Bordetella Bronchiseptica y Pasteurella). Son todos microorganismos muy contagiosos que se transmiten a otros perros a través de las vías respiratorias de los animales enfermos. Es una enfermedad leve y autolimitante, pero que en algunos casos y en algunas razas (los braquicéfalos sobre todo) tras la infección vírica se puede producir una contaminación secundaria con bacterias (Bordetella y Pasteurella) alcanzando mayor gravedad. La manifestación de esta enfermedad es una tos severa debida a la traqueobronquitis producida por los agentes infecciosos. El perro puede tener fiebre y decaimiento y en algunas ocasiones puede complicarse con neumonía. Generalmente es una enfermedad autolimitante, esto significa que en unos días los perros mejoran aún sin tratamiento. Existen vacunas contra esta enfermedad que vienen combinadas con las de Moquillo, Hepatitis Infecciosa y Parvovirosis. HEPATITIS INFECCIOSA: La hepatitis infecciosa canina está provocada por un Adenovirus de tipo II que es moderadamente resistente y sobrevive en el ambiente durante varios meses. El principal órgano afectado es el hígado. Al principio de la enfermedad, los síntomas son similares a los del Moquillo (fiebre, decaimiento, vómitos, diarreas…) y posteriormente el cachorro presenta generalmente dolor abdominal fuerte, palidez y se niega moverse. Uno de los signos característicos es la presentación de edema de córnea que provoca que el ojo se vuelva azul. Los perros más afectados pueden presentar diarrea hemorrágica, agrandamiento del hígado y signos neurológicos. Cuando la enfermedad se generaliza, el pronóstico es grave. La enfermedad se transmite por contacto directo con otros animales infectados a través de la saliva, orina y la materia fecal. Este virus no es capaz de provocar hepatitis en los seres humanos pero puede provocar infecciones del aparato respiratorio en perros. No existen medicamentos específicos para curarla. La vacunación es muy efectiva y es el único método eficaz para prevenir esta enfermedad. LEPTOSPIROSIS: Es una enfermedad grave causada por ciertas espiroquetas denominadas Leptospira Canicola y Leptospira Icterohemorrágica, que se transmiten por contacto de las mucosas nasales y orales con orina de un perro ó rata infectados o bien por beber agua contaminada. Afecta al hígado y riñones provocando síntomas severos como son; temperatura elevada, depresión, ictericia y hemorragias internas. Muchos animales que se recuperan, pueden sufrir la enfermedad en forma crónica provocando alteraciones en los riñones. La Leptospirosis puede transmitirse desde los perros a los humanos, por lo tanto la prevención vacunal es de vital importancia. CORONAVIROSIS CANINA: Como el nombre indica, es una enfermedad provocada por un Coronavirus que afecta al sistema gastrointestinal de los cachorritos. Los síntomas son similares a los de la Parvovirosis pero es mucho más leve y autolimitante y no produce los daños que esta genera. En animales menores de 2 meses puede ser grave ya que estos presentan muy pocas defensas. Los signos característicos son vómitos y diarreas que pueden llevar al cachorro a un estado grave de deshidratación siendo una seria complicación de esta patología. La fuente de transmisión es la materia fecal de animales que eliminan este virus. Las vacunas elaboradas con virus inactivados, están disponibles en la actualidad aunque es difícil valorar su efecto ya que la mayoría de los perros que cursan esta enfermedad, lo hacen en forma leve y en muchos casos casi sin síntomas. HERPESVIRUS CANINO: Es una enfermedad producida por un Herpesvirus canino (tipo I). Al igual que todos los Herpesvirus, una vez que entran en el organismo, se quedan para siempre convirtiendo al paciente en portador crónico inaparente (es decir, sin síntomas). Afecta a hembras fundamentalmente, produciendo infertilidad e infecciones de útero. En hembras gestantes, produce abortos o muerte perinatal y en machos adultos, infecciones en el aparato genital. En cachorros muerte perinatal en las cuatro primeras semanas de vida. PIROPLASMOSIS: Es una enfermedad producida por un parásito transmitido por la picadura de una garrapata, que entra en el torrente sanguíneo y destruye los glóbulos rojos del paciente. Produce fuerte anemia y puede matar al animal si no se atiende adecuadamente. Existe en el mercado una vacuna frente a esta enfermedad. No cubre a toda la población vacunada, pero disminuye de una forma importante el riesgo, sobre todo en zonas donde la enfermedad es endémica y la población de mascotas, sufre la enfermedad de forma grave y frecuente. RABIA: La Rabia es una enfermedad grave causada por un Rhabdovirus que afecta al sistema nervioso central de todos los animales de sangre caliente, incluyendo al hombre. El contagio se produce mediante la saliva de un animal infectado transmitiéndose mediante mordiscos o heridas. El contacto con la conjuntiva ocular y la mucosa nasal también puede inducir la infección. La enfermedad se caracteriza por cambios en la conducta del animal. El afectado entra en un estado de agresividad. Este periodo es seguido por un estadio paralítico, y finalmente se produce la muerte. No hay cura para esta enfermedad una vez que se desarrollan los síntomas tratándose de una patología incurable. La única alternativa es la vacunación que es muy efectiva tanto para perros como para gatos. Esta vacuna es OBLIGATORIA por ley en todo el territorio nacional. Dependiendo en la comunidad autónoma en la que residas, el periodo de revacunación establecido por la administración es diferente. En el caso de La Rioja, hay que aplicar una dosis vacunal cada 2 años.
La mejor forma de prevenir a nuestro cachorro, además de minimizar el contacto con posibles portadores de la enfermedad, es la vacunación.