CENTRO VETERINARIO LOBETE

Los mitos de la castración

Castrar o esterilizar tu hurón trae consigo una gran cantidad de beneficios y evita en cierta medida el abandono de mascotas. Tu hurón estará más tranquilo y será menos propenso a conductas destructivas tales como rascar, morder, romper, pelear, marcar territorio y a presentar problemas de salud como anemia relacionada a la producción de estrógenos.

Las últimas investigaciones demuestran que los hurones (machos y hembras) castrados después de que se presenta su pubertad tienen una expectativa de vida más larga y son más saludables.

 

Algunos de los mitos relacionados que podemos encontrar son:

1. "Evitar que los animales tengan descendencia es antinatural".

FALSO. Ya hemos interferido bastante con las reglas de la naturaleza al domesticar a nuestras mascotas. Al castrarlas contribuimos a solucionar el problema de la sobrepoblación y formamos parte activa en la solución.

2. "Es mejor permitir que la hembra tenga al menos una camada antes de castrarla".

FALSO. El mejor momento para castrar una hembra es poco antes de su primer celo, recuerden que si una hembra entra en celo y no se cruza puede llegar a morir por causas derivadas de cuestiones hormonales (anemia aplásica).

3. "La conducta se altera después de la cirugía".

FALSO. El único cambio de conducta que se presenta es positivo. Los machos eliminan por completo la necesidad de marcación territorial, también son menos propensos a pelear y a escaparse.

4. "Los animales se vuelven gordos y perezosos después de la operación".

FALSO. En la mayoría de los casos los animales se vuelven gordos y perezosos por que sus tutores los sobrealimentan y no los ejercitan.

5. "No tenemos por qué castrar a los machos, al fin y al cabo, ellos no tienen cachorros".

FALSO. Se necesitan dos para bailar el tango. Un macho entero es capaz de fecundar docenas de hembras (si los dejas...) pero también debes considerar que los machos deben estar separados de otros hurones siempre, lo que los condena a llevar una vida bastante solitaria, porque esa tendencia natural a dominar lo convierte en un peligro para el resto de los huris. Además, no cualquiera puede lidiar con un macho entero debido a que pueden ser más bruscos, más fuertes y despiden un olor almizclado que impregnan por todas partes en su afán de marcar su territorio. Conductas como este tipo solo propician que un tutor frustrado les confine en una jaula en el rincón mas alejado de su casa.

Entonces, ¿a qué edad debo castrar al macho? Los machos no tienen complicaciones de salud relacionadas con el celo como las que presentan las hembras, así que la edad para decidir castrar al macho dependen de tu gusto y de tus propias circunstancias.

Si lo castras al inicio de su pubertad (6 meses) no habrá estado en celo jamás o llevará tan poco con él que no notarás cambios en su aroma o comportamiento, claro que se quedará más chiquito al final... Si lo castras después de que cumpla el año, entonces si sabrás a lo que huele un macho en celo (y notarás que tampoco es para tanto...), tal vez tengas que lidiar con un animal mas voluntarioso e inquieto, pero su potencial de crecimiento llegará al máximo ¡por lo que tendrás un huronzote!

 

 

 

 

Fuente: MVZ. M en C. Karina Morales Ueno