La castración

Primero debemos definir a la castración, y dicho término se refiere al retiro o inactivación de los órganos sexuales (testículos y ovarios) para evitar la reproducción.

Pero a los hurones ¿hay que castrarlos? La respuesta dependerá de cada situación en particular, el procedimiento cuenta con algunas ventajas, pero también con desventajas...

La castración en el macho reduce su olor durante la época de celo, evita la constante marcación de su territorio y reduce su agresividad para con otros hurones (un macho en celo puede llegar a matar a otros hurones, incluso hembras y cachorros).

Pero ¡atención! ni todos los machos enteros y en celo tienen un aroma penetrante, ni todos marcan su territorio y son muy pocos los que se ponen agresivos con las personas. Así que castrarlos o no dependerá de cada caso en particular.

A las hembras, la castración les puede salvar la vida, ya que una vez que entran en celo requieren de la cruza, de lo contrario es muy probable que muera de anemia o de una infección secundaria.

La edad más adecuada para realizar la castración es de al menos 6 meses, cuando ya han alcanzado su talla máxima.

La edad a la que los hurones son castrados esta relacionada positivamente con la edad en la que se desarrolla el hiperadrenocorticismo. Ello NO significa que TODOS los castrados tempranamente desarrollarán la enfermedad, pero si que el riesgo a padecerla aumenta, comparado con los castrados a edades tardías.

Atención: la enfermedad de las adrenales (como se conoce popularmente) puede ser desencadenada por varios factores (por mencionar algunos, la predisposiciòn genética, la cantidad de horas luz que reciben y algunos aún desconocidos); la edad a la castración es solo uno de ellos.
 

¿Existe una edad para castrar a los hurones?

Si, la edad mínima recomendada para castrar a los hurones es justo después que se presenta su pubertad (más o menos a los seis meses). Se ha demostrado que los animales castrados tempranamente son mas susceptibles a presentar desordenes en las adrenales en el largo plazo.

A pesar de que ya se ha establecido que existe una clara relación entre la extirpación temprana de las gónadas y el desarrollo de adenomas y carcinomas adrenocorticales, los mecanismos relacionados con el desarrollo de estos tumores aun no se comprenden del todo. Lo que si se sabe es que se presenta un alza en la cantidad de hormona luteinizante (LH) circulante relacionada con la remoción quirúrgica de los ovarios o testículos, la cual es prerrequisito para la transformación neoplásica.

Todavía no se han estudiado a profundidad cuales son los cambios genéticos que se presentan en los hurones tempranamente castrados que contribuyen a que el tejido sea susceptible a la neoplasia, lo que si se sabe es que un alza en la concentración de gonadotropinas causada por la castración puede iniciar la hiperactividad en la corteza adrenal.

 

 

 

 

Fuente: MVZ, M en C, Karina Morales Ueno