CENTRO VETERINARIO LOBETE

Cachorros - 2. El cachorro en casa

 

2.1 Nuestro cachorro recién llegado

Es importante que incluso antes que el cachorro legue a casa conozcamos algunos aspectos de su comportamiento, de cómo deberemos cuidarlo y protegerle, teniendo en cuenta que para que llegue a convertirse en un perro feliz, sano y en un buen compañero necesitará cariño, atención veterinaria y una nutrición apropiada.

2.2 Cómo decidirnos por un veterinario u otro

Si no conocemos a ninguno podemos pedir a quien nos proporcionó el cachorro, a alguien que conozcamos que también tenga perro o a la Protectora de Animales que nos lo recomienden. Es importante que lo hayamos elegido antes de que el cachorro llegue a casa para pedir hora y poder llevarlo cuanto antes. La primera visita servirá para que le hagan un reconocimiento y le pongan las primeras vacunas.

A la hora de la elección del veterinario deberemos tener en cuenta que esté cerca de casa, para casos de emergencia, y que tenga la clínica limpia. Si no dispone de servicio de 24 horas, es necesario que sepamos dónde está la clínica más próxima ya que las urgencias se pueden dar por la noche. Deberemos tener a mano la dirección y el teléfono de esta clínica.
 

2.3 Accesorios necesarios (Consejo válido para Atención y cuidado de nuestro perro adulto)

Estas son las cosas que necesitaremos para el cuidado del cachorro:

Su casita o transportín: Puede ser de plástico o de rejilla metálica, y tiene que ser lo suficientemente grande para que pueda ponerse de pie y girarse, pero tampoco demasiado ya que podría orinar o defecar en un extremo y dormir en el otro. Si el cachorro es de raza grande será necesario que la casita o transportín sea ajustable, para ir adecuándolo a medida que crezca ya que lo hará rápidamente; si no disponemos de uno ajustable, podemos comprar otro más grande cuando lo necesite. Para la seguridad del cachorro, deberá tener ventilación sufi ciente pero los orificios deberán ser lo sufi ciente pequeños como para que no pueda sacar la cabeza o las patas; la puerta deberá cerrar bien para que no pueda abrirla.

Más adelante, cuando el cachorro haya aprendido dónde debe hacer sus necesidades, y no muerda las cosas, podremos ponerle dentro una manta o una almohada que sean de materiales seguros y fáciles de limpiar.

Para que el cachorro se introduzca por primera vez en su casita o transportín al llegar a casa, pondremos un poco de pienso dentro y le acompañaremos suavemente diciéndole “a tu casa”; cerraremos la puerta durante un instante y en cuanto se calme le dejaremos salir y le premiaremos. Iremos repitiendo la acción procurando que esté dentro cada vez más tiempo y le premiaremos siempre que entre. Es importante que el cachorro duerma en su casita desde el primer día, y que le quitemos el collar mientras esté dentro, por su seguridad.

No debe dársele comida ni agua en el transportín, ya que haría que defecara dentro; sí podemos darle un juguete para que lo mordisquee.

Su casita no debe usarse nunca como lugar de castigo.

El collar y la correa: para saber la medida adecuada del collar que le pondremos le mediremos el cuello y añadiremos cinco centímetros. Aun así, siempre comprobaremos que no le apriete. El primer collar tiene que ser de nylon o de piel. Cuando sea mayor le pondremos una correa forrada de algodón o de piel con un cierre de seguridad. En cuanto a la medida de la correa, la mejor, para pasear y educar, a la vez es de entre un metro y medio y dos.

La placa identificativa: debe ir sujeta al collar y contener el nombre del cachorro, el nuestro, la dirección y el teléfono. La placa es crucial para recuperar al cachorro si se pierde.

El microchip: es la mejor manera de identifi car al cachorro. A él no le supone ninguna molestia y es permanente (no se pierde como una placa) y de fácil lectura con un escáner manual. También se puede tatuar al perro para identifi carlo, aunque actualmente se prefi ere el microchip.

Recipientes para el agua y la comida: los ideales son los de acero inoxidable, ya que muchos perros son alérgicos al plástico. Deben ser fáciles de limpiar, porque tendremos que hacerlo a diario, y que se puedan sujetar con un soporte o sean lo sufi cientemente pesados para que no se
vuelquen fácilmente.

Utensilios para el aseo: a parte de champús u otras soluciones, hay que proveerse de utensilios adecuados para nuestro perro, como los cepillos y peines adecuados, ya que varían en función del pelo. También deberemos tener un peine para pulgas.

Los juguetes: son muy importantes para el cachorro, ya que le estimulan, hacen que haga deporte y sacian su ansia de morder. Deben ser especiales para cachorro, es decir que no se puedan romper, desgarrar o tragar. Los más seguros y divertidos para el cachorro son los de cuero, los masticables de nylon y las pelotas de goma dura.

Hay que tener en cuenta que el juguete no debe ser demasiado pequeño como para que se lo pueda introducir entero en la boca; tampoco son recomendables los que provocan agresividad, ni los que están hechos de esponja o llevan cascabeles o silbatos, ya que el perro podría romperlos y tragar las piezas. También hay que evitar los que tengan partes que pueden dañarle, como extremos afi lados, por ejemplo.

No hay que dejar que el cachorro juegue con bolas de cuerda, bobinas de hilo, gomas elásticas, pelotas de papel de aluminio o de celofán, corchos, nudos hechos con cable o alambre o bolsas de plástico ya que podría tragar un trozo o incluso ahogarse. Tampoco hay que dejar a su alcance los juguetes para bebés hechos de goma blanda, piel, lana, o poliuretano. Si tragara un trozo de alguno de estos materiales podría tener problemas en el aparato digestivo.

Es muy importante no dejar que el cachorro juegue con zapatos o con otras piezas de vestir, ya que, además de correr el peligro de tragar alguna pieza, no sabría distinguir entre las cosas con las que puede jugar y con las que no.
 

2.4 Cuando llevar al cachorro a casa

El momento ideal para llevarnos el cachorro con nosotros es aproximadamente a las siete u ocho semanas de edad, después de su destete y antes de que se acostumbre a su lugar de nacimiento o adquiera malos hábitos. A esta edad empezará a ser un poco más independiente y ya podrá comer alimentos sólidos.

Para podernos dedicar a él intensamente los primeros días, es mejor que lo llevemos a casa al principio del fin de semana. Podremos llevarlo al veterinario y empezar con su educación. Él también tendrá más tiempo para conocer a la familia y a los otros animales que tengamos, así como de adaptarse a todo lo nuevo, que es mucho.

Tendremos que tratarlo con especial atención y sensibilidad, y no someterlo a demasiado ruido ni demasiada actividad. No lo dejaremos en el exterior sin vigilarlo, ya que se podría perder, ser agredido por otros animales o atropellado.
 

2.5 Un espacio para él

Lo primero que debemos enseñarle es su espacio, para que lo reconozca enseguida. Colocaremos sus juguetes en su casita y le mostraremos donde está el agua y la comida.

Debemos tener muy presente que el cachorro se ha separado de su madre y de sus hermanos y que puede que se sienta triste, y llore a la hora de comer o dormir porque añora su hogar. Por eso buscará en nosotros cariño y protección aunque al principio no se muestre demasiado alegre ni juguetón. Necesita tiempo. También puede que esté algo desorientado así que limitaremos un poco su espacio para que se vaya acostumbrando.

El contacto con él es importante, así que toda la familia deberá saber cómo cogerle y sujetarle: lo haremos poniendo siempre una mano bajo su pecho y evitaremos cogerle por las patas o el pescuezo. Hemos de evitar manejarlo o jugar con él bruscamente, ya que tardará unos días en sentirse cómodo y mostrarse juguetón. Irá avanzando a su ritmo y no hay que forzarlo; deberemos tratarlo con paciencia, hablando con él para que nos vaya conociendo, y aprenda a obedecernos. Seremos amables y no le molestaremos cuando descanse, duerma o coma. Jugaremos con él pero sin que se canse excesivamente, y le dejaremos dormir.
 

2.6 Cómo le llamaremos

El cachorro debe identificarse rápidamente con un nombre, y nosotros también lo necesitaremos para dirigirnos a él y poder empezar su adiestramiento. Tendremos que repetírselo a menudo para que lo asocie, y le acariciaremos cuando acuda a nuestra llamada para que relacione su nombre con cariño.

Es mejor que el nombre sea corto ya que él aprenderá más fácilmente a asociar las palabras cortas y concisas, y a nosotros nos resultará más cómodo llamarle (tenemos que tener en cuenta que, sobretodo durante su educación y adiestramiento, deberemos repetir su nombre muchísimas veces).
 

2.7 Prevenir accidentes domésticos (Consejo también válido para perros adultos)

Nuestro cachorro es especialmente vulnerable porque todavía tiene que aprender y conocer muchas cosas, entre las cuales los peligros que le rodean; su curiosidad, la manía de morder lo que encuentra y su poca experiencia le pondrán en peligro en algunas ocasiones.

Aunque es casi imposible evitar todos los accidentes domésticos, sí que podemos tomar algunas medidas de seguridad para reducir al máximo los riesgos:
 

  • Nunca lo dejaremos sin vigilancia, ni dentro ni fuera de casa; corre el peligro de dañarse, o puede que nos haga alguna destroza.
  • Mantendremos cerradas las puertas y ventanas que estén a su alcance y no dejaremos que se acerque a balcones ni patios de pisos altos. Cuando cerremos las puertas de las habitaciones vigilaremos que no se haya quedado dentro de ninguna de ellas.
  • Deberemos guardar en lugares inaccesibles al cachorro los detergentes, la lejía, las pinturas, los disolventes, fertilizantes, desinfectantes, antipolillas, venenos y el líquido anticongelante.
  • Deberemos tener siempre bajada la tapa del water, ya que el cachorro podría beber o jugar con el agua, ingerir el limpiador o el desinfectante, o hacerse daño si le cae la tapa encima.
  • Las gomas elásticas también pueden resultar un grave peligro, ya que podría ingerirla y provocarle problemas digestivos, o, peor todavía, podría ahogarse si se engancha con ella en alguna parte. El plástico que une los packs de latas de bebidas también es peligroso así que lo cortaremos para evitar que nuestro cachorro se enrede en él.
  • Hay una serie de plantas, como la azalea, la dafnia, la dieffenbachia, la hiedra, el iris, el narciso, la adelfa, el muérdago, la poinsettia, la patata, el redodendro, el tabaco, los tulipanes, la higuera y el tejo, que son venenosas así que deberemos mantenerlas fuera de su alcance.
  • No debemos administrarle ningún medicamento sin consultarlo previamente con su veterinario, ni tampoco dejarlos a su alcance.
  • Los objetos pequeños como botones, tapones o piezas de juguete, por ejemplo, deben estar bien guardados y más aún si se trata de objetos punzantes como clavos, clips, alfi leres, etc., ya que podrían lesionar su boca o sus órganos internos si los ingiere.
  • Los elementos eléctricos son especialmente peligrosos, así que será mejor que desenchufemos los cables que estén a su alcance, ya que si los muerde podría quemarse, electrocutarse o provocar un incendio. Es también aconsejable tapar los enchufes que no se utilicen y no usar accesorios eléctricos en la casita del cachorro.

 

 

 

 

Fuente: Affinity Pet Care.