CENTRO VETERINARIO LOBETE

Adultos - 5. El aseo

 

5.1 Peinarlo y cepillarlo adecuadamente

En principio es una tarea fácil y agradable, ya que a la mayoría de perros les gusta que les peinen.

El equipo básico que necesitaremos es: un cepillo alisador, un cepillo de cerdas naturales, un peine de acero de púas anchas y, para dar brillo a según que tipo de pelo, un cepillo de púas de goma y una gamuza.

El cepillado depende de cada raza. Veámoslo:

Razas de pelo corto: deben cepillarse de dos a tres veces por semana y tener especial atención para eliminar las marañas con un cepillo alisador.

Utilizaremos un cepillo para desenredar las matas de pelo y después, con un cepillo de cerdas, lo peinaremos profundamente. A los que lo tienen sumamente corto y liso les podremos pasar una gamuza o cepillo de goma para darles brillo. A los terriers, por ejemplo, les tendremos que quitar periódicamente los pelos muertos para mantener su buen aspecto.

Razas de pelo largo: debemos cepillarlos a diario con un cepillo de cerdas naturales y desenredaremos el pelo con un peine de púas anchas.

Tendremos especial cuidado en no darles tirones sujetando el pelo con una mano y cepillando con la otra.

Razas de pelo medianamente largo, lanoso o rizado: deben cepillarse con un cepillo de púas de acero y peinarse con un peine de púas anchas y puntas redondeadas.

CONSEJO PRÁCTICO: el cepillado periódico también nos servirá para examinar la piel y el pelo del perro con la intención de detectar signos de parásitos u otras anormalidades o enfermedades.
 

5.2 El baño

Bañaremos a nuestro perro cuando sea necesario, ya que la piel y el pelo se resecan si lo hacemos demasiado seguido.

Consejos y precauciones para cuando le bañemos: No lo haremos más de una vez al mes, a no ser que sea absolutamente necesario; utilizaremos champús caninos especiales, y el agua será tibia; lo enjuagaremos bien dos veces para que no se irrite ni se rasque, si le queda jabón en la piel; lo secaremos con una toalla y, para evitar que se sacuda para expulsar el agua, le pasaremos el secador.

Tendremos especial cuidado con las orejas, tapándolas con unos algodones, y secándolas bien.

Cuando hace frío, o si le hace falta un baño adicional, una buena alternativa al baño tradicional son los baños en seco. El champú en seco se aplica y se retira con un buen cepillado que, además, es saludable ya que activa las glándulas sebáceas y es bueno para el pelo.

CONSEJO PRÁCTICO: podemos usar el secador para secar el pelo a nuestro perro, si tiene la piel sana, siempre y cuando lo hagamos colocando el secador a una distancia prudencial, es decir bastante alejado, y controlando que el aire no salga ni demasiado caliente ni demasiado frío, mientras le cepillamos el pelo hacia los lados del cuerpo.
 

5.3 Higiene dental

Mantener la boca del perro sana es imprescindible para su salud ya que los problemas dentales pueden llegar a provocarle otros de tipo cardíaco, renal o respiratorio. A los siete meses de edad cambiará la dentadura de leche y le saldrán los dientes de adulto. Especialmente en ese momento deberemos empezar a controlárselos.

La limpieza de los dientes deberá prevenir la aparición de la placa dental y, consecuentemente, la de sarro, especialmente peligrosa si no se controla ya que puede llegar a provocar, con el tiempo, la caída de los dientes.El dentista le hará limpiezas bucales cada cierto tiempo pero nosotros deberemos lavarle los dientes cada dos días como mínimo. Al principio, para que se acostumbre a que le toquemos las encías, las masajearemos suavemente,  después le pasaremos una gasa y, finalmente, ya podremos usar un cepillo dental canino y pasta de dientes, también especial para perros, o agua salada diluida.

CONSEJO PRÁCTICO: Para ayudar a evitar la formación de sarro podemos darle al perro cosas para masticar; hay un pienso y unas galletas que hacen que los dientes trabajen, y fortalecen las encías.
 

5.4 Cuidado de los ojos

Los ojos del perro deben estar limpios, brillantes, sin mucosas ni otras manchas. Las legañas que se le formen alrededor de los ojos las limpiaremos con una gasa humedecida.

Si observamos un leve lagrimeo es normal pero si le supuran, los tiene infl amados o el perro parpadea demasiado deberemos consultar con el veterinario.
 

5.5 Cuidado de las orejas

Las orejas son especialmente delicadas así que les prestaremos atención. Las limpiaremos por lo menos una vez al mes, o más si el perro es de pelo largo, y procuraremos que mantengan su aspecto rosado por la parte interna; cortaremos los pelos que sean demasiado largos.

Revisaremos el canal auditivo para ver si hay exceso de cera, cuerpos extraños, mal olor, inflamación o dolor; en cualquiera de estos casos acudiremos al veterinario.

Puede que sea necesario lavarle las orejas con una solución especial; el veterinario nos lo indicará. Estas soluciones, que se aplican normalmente una vez por semana, son especialmente útiles para perros que nadan mucho.

 

 

 

 

Fuente: Affinity Pet Care.