Alergias en perros y gatos: diagnóstico y tratamiento de las reacciones alimentarias y dermatológicas

Introducción Las alergias en perros y gatos constituyen un motivo de consulta frecuente en la clínica veterinaria, con manifestaciones clínicas que comprometen…

Introducción

Las alergias en perros y gatos constituyen un motivo de consulta frecuente en la clínica veterinaria, con manifestaciones clínicas que comprometen de forma importante el bienestar y la calidad de vida de los pacientes. Su origen puede ser alimentario o estar relacionado con hipersensibilidad cutánea frente a alérgenos ambientales o parásitos. El reconocimiento temprano y el abordaje terapéutico adecuado resultan esenciales para controlar la sintomatología y prevenir complicaciones secundarias.

Bases fisiopatológicas

Las reacciones alérgicas son consecuencia de una respuesta inmunitaria de hipersensibilidad mediada principalmente por IgE, con activación de mastocitos, liberación de histamina, citoquinas y otros mediadores inflamatorios. Este proceso genera prurito, inflamación cutánea, lesiones dérmicas y trastornos gastrointestinales en el caso de alergias alimentarias.

En términos generales, pueden diferenciarse:

  • Dermatitis alérgica: relacionada con alérgenos ambientales (ácaros, pólenes, mohos), picadura de pulgas o contacto con sustancias irritantes.
  • Alergia alimentaria: respuesta de hipersensibilidad frente a proteínas de origen animal o vegetal presentes en la dieta habitual.

Manifestaciones clínicas

En perros

  • Alergia alimentaria: vómitos, diarrea crónica, flatulencia, prurito persistente no estacional, otitis recurrente.
  • Dermatitis alérgica: eritema, alopecia, lesiones por rascado en axilas, ingles y región perianal; dermatitis por pulgas en región lumbosacra.

En gatos

  • Alergia alimentaria: vómitos intermitentes, diarrea crónica, pérdida de peso, prurito facial o cervical.
  • Dermatitis alérgica: complejo granuloma eosinofílico, alopecia simétrica autoinfligida, lesiones ulcerativas en labios o almohadillas.

Diagnóstico

El diagnóstico de alergias requiere un enfoque multimodal:

  1. Historia clínica completa con evaluación de la cronicidad y estacionalidad de los síntomas.
  2. Examen físico y dermatológico para localizar lesiones y descartar ectoparasitosis.
  3. Pruebas de exclusión: dietas de eliminación estricta durante 6–8 semanas para confirmar alergia alimentaria.
  4. Pruebas intradérmicas o serológicas para detección de IgE específica frente a alérgenos ambientales.
  5. Exámenes complementarios: citología cutánea, raspados y cultivo para descartar infecciones secundarias.

Opciones terapéuticas

El tratamiento debe ser individualizado y multimodal, considerando la etiología y la severidad del cuadro:

  1. Control de la alergia alimentaria
    • Dietas de eliminación con proteínas novedosas o hidrolizadas.
    • Evitar cualquier fuente proteica sospechosa durante el periodo de prueba.
    • Reintroducción controlada de ingredientes para identificar el agente causal.
  2. Tratamiento de la dermatitis alérgica
    • Control de ectoparásitos: uso regular de antiparasitarios efectivos frente a pulgas.
    • Inmunoterapia alérgeno-específica (ASIT): administración gradual del alérgeno identificado para modular la respuesta inmune.
    • Farmacoterapia sintomática:
      • Corticoides en casos agudos o graves.
      • Antihistamínicos como terapia de apoyo.
      • Inmunomoduladores modernos como oclacitinib o ciclosporina en casos refractarios.
    • Cuidado cutáneo: baños con champús emolientes, ácidos grasos esenciales y productos tópicos calmantes para mejorar la barrera cutánea.
  3. Tratamiento de complicaciones secundarias
    • Antibióticos o antifúngicos en caso de piodermas o dermatitis por Malassezia asociadas al rascado crónico.

Conclusiones

Las alergias en perros y gatos representan un desafío diagnóstico y terapéutico debido a la variedad de agentes desencadenantes y la similitud clínica entre procesos de distinta etiología. Un abordaje sistemático que combine diagnóstico preciso, control ambiental, dietas específicas y terapias farmacológicas adecuadas permite mejorar notablemente la calidad de vida de los pacientes y reducir la recurrencia de los episodios.

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