CENTRO VETERINARIO LOBETE

Adultos - 5. Entrenamiento

 

5.1 Conceptos básicos

Para educar a un gato, lo mejor es hacerlo a temprana edad. Los vicios que haya adquirido y no se hayan corregido a tiempo van a ser bastante difíciles de erradicar una vez adulto. De cualquier forma, hay que tener paciencia y con distintos métodos quizá podamos conseguir que no repita aquello que no nos gusta. También se puede dar el caso de que hayamos adoptado un gato adulto con lo que tendremos que acostumbrarle a una nueva vida, algo que requiere tesón, pues los gatos son animales de costumbres arraigadas. Si queremos educarle y que atiendan a nuestras órdenes hay que tener en cuenta lo siguiente:

  • No debemos utilizar frases largas como “No te subas a ese mueble”. Es mejor que digamos un ‘No’ con firmeza a la vez que pronunciamos su nombre.
  • El tono de voz debe ser fi rme y distinto al que utilizamos normalmente. De esta forma entenderá que le estás dando una orden.
  • Nunca debemos pegar a nuestro gato, es contraproducente.
  • Debemos indicarle que algo no se hace en el momento justo en que lo ha hecho. Si lo haces cuando has vuelto a casa y después de que ha pasado bastante tiempo, él no lo entenderá.
  • Hay que mirarle a los ojos cuando haya hecho algo mal y se lo estemos indicando. De esta forma sabrá que se lo estamos diciendo a él.
  • Es muy útil ignorarle cuando queremos que nos obedezca. A los gatos les gusta ser el centro de todas nuestras atenciones.
  • Debemos tener paciencia cuando le estemos enseñando algo. Las ordenes se las tendremos que repetir en varias ocasiones hasta que el gato adopte el hábito que esperamos.

CONSEJO PRÁCTICO: Cuando nuestro gato haga algo bien, es importante felicitarle y que tenga una referencia de cariño. De esta forma, le será más fácil asociar un acto con una situación agradable.
 

5.2 Problemas en casa

Si no queremos que se presenten problemas de convivencia en el hogar, debemos tomar algunas precauciones:

No utiliza la bandeja de arena. Si el gato se resiste a usarla, hay que llevarle a ésta siempre que sospechemos que está dando vueltas y buscando un lugar adecuado. Si no conseguimos acostumbrarle no hay que regañarle, especialmente si se encuentra en la bandeja, ya que si no va a asociarla a algo desagradable.

Suele ser útil darle de comer en aquellos lugares que habitualmente tiende a ensuciar, probablemente pronto abandonará el hábito. Si nada de esto sirve, es también muy útil utilizar una pistola de agua. Si se le pulveriza un poco, evitando dirigírsela a los ojos, les suele disuadir de hacerlo fuera de la bandeja. La pistola de agua suele ser también útil como ultima alternativa para enseñarle al gato a no arañar muebles.

Mordisquear las plantas. Otro de los hábitos que puede adquirir un gato en una casa es el de mordisquear las plantas, lo que puede ser peligroso ya que algunas plantas comunes son venenosas para el animal. Un método para evitarlo es que las plantas pequeñas se coloquen fuera del alcance del gato y cubrir las grandes hasta que pierda esta costumbre. Ayuda bastante si le ponemos una planta de hierba gatera que le resultará sumamente atractiva.

CONSEJO PRÁCTICO: Si nuestro gato tiene costumbre de mordisquear las plantas de nuestra casa, debemos tener cuidado pues algunas podrían resultar nocivas. Lo mejor es consultar con el veterinario y colocarlas fuera de su alcance.

Se cuelga de las cortinas. Este suele ser un hábito propio de los gatitos y es precisamente a temprana edad cuando hay que erradicarlo. Si no ha sido así, no debemos desistir, debemos hacerle entender que no está bien lo que hace mediante un ‘No’ fi rme o en última instancia con la pistola de agua. Tengamos paciencia, pronto entenderá la orden que le estamos dando.

Rasca los muebles o el sofá. Como en el caso anterior, este es un hábito que debería haber desaparecido ya en el gatito. Si nuestro gato lo repite una vez adulto, no debemos permitirlo.

Es aconsejable emplear un tono firme de voz o la pistola de agua y reprenderle en el momento justo en el que ha hecho la fechoría. En este caso tenemos que asegurarnos también de que tiene a mano su rascador. Además podemos impedirle el acceso durante una temporada a la habitación donde ha adquirido esa costumbre. Con el tiempo desistirá de este comportamiento.
 

5.3 Problemas en el jardín

Al igual que el hogar, el jardín se puede convertir para nuestro gato en un lugar a explorar, pero también en un centro de peligros o simplemente en un ambiente donde cometer pequeños destrozos. Con unos mínimos cuidados también podemos evitar estas situaciones.

Mordisquea plantas. Lo peor es que se incline por mordisquear plantas que pueden ser nocivas para su salud. Es importante pues que nos informemos y nos hagamos con una lista de cuáles son para evitar tenerlas. Nuestro veterinario nos la facilitará sin ninguna duda. Entre las plantas más peligrosas para los gatos se encuentran las siguientes:

  • Lirio
  • Hiedra
  • Centaura
  • Ave del paraíso
  • Rosa de Navidad
  • Laburno
  • Dedalera
  • Tejo
     

Si tenemos plantas que no son peligrosas pero que el gato mordisquea y no nos gusta esta costumbre, suele ser muy práctico que le pongamos una maceta con hierba gatera. Rápidamente, el gato se inclinará por este manjar, abandonando las otras opciones que le proporciona el jardín.

Caza pájaros. En el caso de que se incline por cazar pájaros, una de las medidas más aconsejables es ponerle un collar con un cascabel. Ahora bien, si el gato tiene la costumbre, va a ser difícil quitársela. Hasta en los gatos mejor alimentados se puede manifestar su instinto cazador y realizar esta tarea simplemente por diversión, actividad que ejercitará siempre que le sea posible.

CONSEJO PRÁCTICO: Debemos tratar a nuestro gato con dulzura y paciencia, de esta forma le transmitiremos confianza. Esto no quiere decir que le malcriemos, es necesario que le hagamos abandonar aquellos hábitos que impiden una convivencia adecuada.
 

5.4 El gato callejero

Hay quien consigue domesticarlos, pero ésta es una tarea nada sencilla, a no ser que uno se lleve a casa el gatito a las pocas semanas de haber nacido. Si un gato adulto no está acostumbrado a vivir cerca de las personas o a ser alimentado por ellos, es muy difícil que pueda convivir en una casa ya que conservan una actitud de desconfi anza hacia los seres humanos.

Si nos empeñamos en acercarnos a un gato callejero, lo primero que hay que hacer es ganarse su confi anza. El paso para integrarlo en nuestra casa suele ser más costoso y sólo lo podemos valorar en función de la relación que mantengamos con él. Pero va a ser muy difícil que lo consigamos. Probablemente en cuando vea la más mínima oportunidad, optará por escaparse.

CONSEJO PRÁCTICO: Para conseguir que un gato callejero se acerque a nosotros los mejor es ofrecerle comida durante varios días. De esta forma, irá confi ándose y permitirá que nos acerquemos más a él.

 

 

 

 

Fuente: Affinity Pet Care.