CENTRO VETERINARIO LOBETE

Gatitos - 1. La llegada a casa

 

1.1 El nuevo gatito

La idea lleva tiempo rondando por nuestra cabeza y, por fin, nos hemos decidido por tener un gatito en casa. Seguro que hemos tomado la decisión acertada. A partir de ahora, vamos a compartir buenos momentos y experiencias con un amigo fiel y cariñoso.

Ahora bien, es importante tener en cuenta que un gatito es algo más que una enternecedora bolita de pelo. El nuevo compañero requiere que se le dedique atención y sencillos cuidados. Además, antes de llevarlo a su nuevo hogar, es necesario realizar unos mínimos preparativos que van a garantizar la salud de nuestro nuevo amigo

Pero no hay que preocuparse, su cría y cuidados apenas entrañan difi ultades, simplemente conviene que conozcamos mejor sus necesidades alimenticias y sanitarias, pautas de comportamiento, detalles y aspectos característicos de su biología para que la convivencia en el hogar sea plenamente satisfactoria. Hay que tomar el tiempo necesario para informarse y recibir en casa al nuevo miembro de la familia en las mejores condiciones posibles. Todos lo agradeceremos.
 

1.2 Escoger un veterinario

La elección del veterinario es una de las primeras y más importantes tareas. No debemos demorarnos en ello. En cuanto tengamos o hayamos elegido el gatito que va formar parte de nuestro hogar, además de mimos y arrullos debemos recordar llevarlo inmediatamente al veterinario.

Si no sabemos adónde acudir, podemos preguntar en la tienda donde hayamos adquirido el gatito o, simplemente, a otras personas que tengan gatos. También podemos acudir a asociaciones protectoras de animales y a servicios de información públicos. Una vez que nos hayamos inclinado por un veterinario, preferentemente cercano a nuestro domicilio, es importante visitar la clínica y asegurarnos que reúne las condiciones de higiene y atención adecuadas.

Es necesario tener en cuenta que el veterinario se va a convertir en una de las personas más importantes para el desarrollo y crecimiento en perfectas condiciones de nuestro gatito, por lo tanto es importante mantener una relación fl uida con él. Aclaremos con él todas nuestras dudas y preguntémosle todas las cuestiones que nos parezcan importantes, la mayoría de los profesionales siempre van a estar dispuestos a responder.

Convirtamos la visita al veterinario en una actividad que compartir con nuestro gatito, que nos una más a él. No veamos este acto como una mera obligación. El gatito lo necesita y nosotros también podemos disfrutar de este tiempo que le dedicamos. Es muy importante, además, que sepamos donde se encuentra la clínica veterinaria de urgencias más próxima a nuestro domicilio, ante cualquier imprevisto que se pueda presentar. Preguntemos al veterinario habitual y tengamos a mano siempre su dirección y teléfono.
 

1.3 ¿Qué accesorios hay que comprar?

Esta es también una de las preguntas más importantes que debemos hacernos cuando hayamos decidido tener un gatito. Debemos tenerlos preparados antes de que llegue a casa, de esta forma podremos disfrutar plenamente de las primeras horas que vamos a pasar con nuestro nuevo amigo. No debemos preocuparnos en exceso, porque el gatito no va requerir un exceso de utensilios. Veréis que fácil nos resulta hacernos conellos:
 

Cesta transportadora o transportín. Los más habituales son de plástico y metal tipo rejilla, aunque también los hay de madera y de cartón plastifi cado. Lo más práctico es inclinarse por uno que se pueda limpiar fácilmente y que sea lo sufi cientemente espacioso como para que el gato, una vez adulto, pueda ponerse en pie y no le resulte dificultoso darse la vuelta.

Es importante fijarse en que tenga una buena ventilación, que el gatito pueda ver hacia fuera para que no se sienta atrapado y en la base de la cesta coloca una toalla o, al menos, papel de periódico que pueda absorber cualquier suciedad.

No prescindamos de este accesorio pues nos va a resultar de gran utilidad siempre sea necesario transportar al gato a algún lugar o llevarlo en el coche.
 

Cajón o bandeja para evacuaciones: una de las ventajas de los gatitos es que son animales limpios que no nos van a obligar a estar constantemente pendiente de sus evacuaciones. Tan sólo tendremos que preocuparnos de que su cajón o bandeja de deposiciones permanezcan limpios, ya que ellos mismos no querrán utilizarlos si están sucios o huelen mal.

Lo mejor es optar por una bandeja lo sufi cientemente grande como para que el gatito quepa una vez adulto y lo suficientemente profunda como para que no tire la arena cuando escarbe. A los gatitos, hasta que se acostumbran a su bandeja o cajón, les resulta un tanto incómodo acceder a ella, por lo que algunas personas optan por ponerles unas bandejas de lados bajos que les permite entrar con facilidad. Una vez el gatito ha crecido se las cambian por las convencionales. De cualquier forma, lo importante es que sean fáciles de limpiar ya que de esta manera nos evitaremos molestias.
 

Arena para evacuaciones. Hay quien prefi ere utilizar serrín o tiras de papel con el fi n de evitar gastos. Lo que ocurre es que estos materiales suelen ser más sucios y evitan poco los olores. Lo más adecuado y práctico es optar por las arenas que se comercializan para este fin. Son un poco más caras pero absorben más, ensucian menos y evitan en mayor medida los olores. A la hora de limpiar la bandeja no olvidemos utilizar una pala para retirar la arena sucia.

Es necesario limpiar bien la bandeja con agua y jabón aproximadamente cada dos días y no utilizar desinfectantes muy fuertes ya que podrían afectar el olfato del gatito.
 

La cama. Es necesario preparar un lugar indicado para el descanso del gatito. Pero no debemos preocuparnos, porque no hay que incidir en gastos excesivos por este motivo. En el mercado existen camas de fibra de vidrio fáciles de limpiar, sin embargo, al gatito le bastará y aceptará con gusto una simple caja de cartón con una pared alta que le proteja de las corrientes y con una abertura en el frontal.

Es recomendable que, con el fin de convertirla en un lugar más confortable, coloquemos un almohadón y una funda lavable. Estos elementos además le proporcionarán calor. Procuremos instalar la caja en un lugar tranquilo y mantenerla, en la medida de lo posible, siempre en el mismo sitio.
 

Comida. El gatito crece muy deprisa, por lo que es muy importante que tenga acceso a comida de buena calidad para que se mantenga sano. Lo mejor es optar por la comida que se comercializa especialmente para crías, ya que será completa y equilibrada y por lo tanto contendrá las vitaminas, minerales y nutrientes necesarios para su desarrollo en las mejores condiciones.

Recipientes para el agua y la comida. Al elegirlos es importante tener en cuenta dos aspectos fundamentales: en primer lugar, que sean fáciles de limpiar y, en segundo término, que sean lo sufi cientemente pesados como para que el gatito no los vuelque. Por estas razones los menos recomendables son los de plástico. Además, este material produce alergia a algunos gatitos.

Es bueno optar por recipientes de acero inoxidable y, en su defecto, por los de cerámica. Limpiémoslos frecuentemente con agua caliente y jabón y, sobre todo, no debemos olvidar mantenerlos separados de la vajilla normal de la casa.
 

Rascador o poste para arañar. Quizá no pensemos que nuestro gatito necesite este artilugio, pero lo cierto es que si se habitúa a utilizarlo nos evitará problemas y posibles enfados. Y no es que los gatitos tengan que afi larse las uñas, como mantienen las creencias populares, sino que les gusta realizar estiramientos, frotarse como acto de limpieza y para ello necesitan un soporte.

Existen varias clases que se comercializan en las tiendas especializadas, pero también podemos fabricarlo nosotros mismos. Para ello sólo es necesaria una tabla de madera y un pedazo de alfombra.

El rascador debe ser lo sufi cientemente grande como para que sirva al gatito cuando sea adulto y que esté bien sujeto con el fi n de que aguante los movimientos del gato.
 

Collar, arnés y correa. Quizá sorprenda saber que si habituamos a nuestro gatito a llevar correa cuando comienza a salir a la calle, más de uno lo aceptará con toda la naturalidad. Al parecer, algunas razas como los siameses, llegan a congeniar con este accesorio mejor que otras.

Es una alternativa muy ventajosa para quien vive en una zona muy transitada de la ciudad y no quiere que el gato se mantenga siempre dentro de la casa. Ahora bien, es mejor desistir de la idea si no se le habituó desde una edad temprana ya que un gato adulto nunca aceptará una correa. Si nos decidimos a probar esta posibilidad con nuestro gatito, es más recomendable el arnés a la correa ya que le proporciona una mayor movilidad.

No debemos dudar en comprarle un collar con una placa identificativa ya que, en caso de que se pierda, siempre hay más posibilidades de que nos lo devuelvan. Elijamos un collar con una parte de cinta elástica de forma que si el gato lo engancha, pueda soltarse y no se ahogue.
 

Utensilios de aseo. Es muy importante habituar al gatito a un aseo regular desde una edad temprana, sobre todo si es de pelo largo, aunque, por supuesto, no hay que relajarse con los de pelo corto. Es necesario contar con un peine para pulgas que permita retirar los pelos muertos.

También es muy útil una piel de gamuza natural para reforzar la tarea del peine. Si el gatito es de pelo largo es preferible elegir un cepillo específi co para él. E insistamos en hacer de esta tarea un hábito; no esperemos a que el pelo se encuentre muy enredado y peinarlo se convierta en algo doloroso para el animalito.

Si se resiste al cepillado, hagámoslo regular y progresivamente hasta que se acostumbre a esta nueva actividad que vamos a mantener con él. Con el tiempo nos lo agradecerá.
 

Juguetes. El juego es una actividad esencial para nuestro gatito y, además, nos va a permitir establecer una relación más íntima con él. Es muy importante para el gatito acceder a utensilios con los que jugar y que, además, las cosas sencillas que están al alcance de cualquiera le van a servir para pasar ratos muy agradables. Los gatitos son juguetones y curiosos, por lo tanto cualquier cosa que ruede o haga ruido les va a atraer.

Una pelota de ping-pong o el cartón del rollo del papel higiénico son juguetes seguros para él.
También se pueden comprar juguetes específicos en las tiendas para animales, pero lo más importante es evitar juguetes que le puedan acarrear algún perjuicio. Por ejemplo, la lana, el hilo o las gomas, ya que, aunque los encuentran muy atractivos, si se los tragan le podrían acarrear obstrucciones. Asimismo, es necesario evitar que juegue con objetos puntiagudos, con aquellos que sean pequeños como los botones o que contengan piececillas que se pudiera tragar.

Tampoco debemos ofrecerles juguetes para bebés de goma blanda, peluches o esponjas, ya que si se traga algún trocito pueden sufrir problemas gastrointestinales. Y, por su puesto, es importante retirar las bolsas de plástico de su camino, ya que si decide jugar con ellas, puede quedar atrapado y asfixiarse.

CONSEJO PRÁCTICO: No debemos olvidar que a los gatitos les gustan los lugares aseados por lo que debemos vigilar que sus utensilios se mantengan siempre limpios.
 

1.4 Protegiendo el hogar de nuestro gatito

Para un gatito curioso y aventurero por naturaleza la casa se puede convertir en un atractivo lugar para explorar que, por otra parte, no está exento de peligros. Por ello, es necesario tomar unas mínimas precauciones que eviten males mayores.
 

En la cocina. Los accidentes pueden producirse por ollas que puedan derramarse, por puertas abiertas de ciertos electrodomésticos como la lavadora, la secadora o el horno, que pueden atraer al gatito por su calor; por armarios con productos de limpieza como lejía, desinfectantes, detergentes o insecticidas. Hay que tener especial cuidado si le caen en el pelo, ya que el gatito puede luego lamerse y son muy tóxicos.

Los líquidos anticongelantes les pueden resultar muy atractivos, ya que estos productos contienen glicol de etileno, una sustancia de sabor dulce y muy agradable al paladar de muchos gatitos, pero desgraciadamente también muy venenoso.

También debemos tener cuidado de que no acceda al cubo de la basura ya que, además de encontrar restos de los productos señalados, pueden ingerir huesos pequeños que se atoren en su garganta.

Además, se pueden encontrar con restos de plásticos, en especial con los que unen las latas de bebidas en los que pueden quedar atrapados.
 

En el salón. Hay que poner especial atención a los cables eléctricos ya que a algunos gatitos les puede gustar masticarlos con el consiguiente peligro que implica. Es importante mantenerlos atados y cortos con el fin de evitar cualquier riesgo.

Evitemos tener objetos débilmente apoyados o estantes repletos de preciosos adornos. Evitemos además las chimeneas desprovistas de resguardos y pongamos especial atención en las estufas
encendidas.
 

En el cuarto de baño. Es necesario vigilar que la tapa del water permanezca siempre b ajada, ya que los gatitos podrían intentar beber el agua del mismo y quedarse atrapados si la tapa se baja. Los medicamentos deben estar en un lugar seguro, incluso los que se consideran en teoría más inofensivos como la aspirina, ya que son peligrosos para el gatito.
 

En los dormitorios. Los cajones, baúles y armarios deben mantenerse cerrados ya que les gustan los lugares tranquilos y oscuros y podrían quedarse atrapados en ellos.
 

En el jardín o, simplemente, si hay plantas en casa. Hay una gran variedad que pueden resultarles venenosas si las mastican. Consultemos con nuestro veterinario y evitemos tenerlas.
 

En el garaje. Antes de encender el motor es conveniente tocar la bocina y comprobar que el gatito no se encuentra encima del capó. Para ellos se
trata de un lugar muy atractivo por el calor que desprende.

CONSEJO PRÁCTICO: Productos u objetos aparentemente inofensivos pueden ser muy peligrosos para el gatito.

 

1.5 La llegada del gatito a casa

Lo más aconsejable es llevar al gatito a casa cuando se encuentre entre la séptima y octava semana de edad. En este momento es cuando ya se ha producido el destete, todavía no se siente especialmente ligado al lugar donde ha nacido y se encuentra en un buen momento para adaptarse a su nuevo hogar sin complicaciones.

También nos podemos encontrar con criadores que prefieran dar a sus gatitos un poco más tarde, es decir con doce semanas y con quienes dicen que, a partir de la quinta o sexta semana, el gatito puede adaptarse sin problemas a la nueva casa.

Si nos encontramos en este último supuesto sólo debemos tener en cuenta que nuestro gatito va a requerir mayor atención. Ahora bien, hay expertos que aseguran que en estas circunstancias, y a pesar del esfuerzo, se convierten en gatos muy afectuosos cuando crecen.

Es aconsejable que el gatito llegue a la casa cuando no se tengan demasiadas obligaciones, es decir, durante el fin de semana o en unos días de vacaciones. De esta forma, vamos a disponer de más tiempo para dedicarle, gozaremos de más tranquilidad para conocerle y para que él se adapte a los nuevos hábitos. No nos dejemos llevar por el entusiasmo de la novedad ni le sobrecarguemos con juegos y diversión, es muy pequeñito todavía y necesita siestas y reposo.

CONSEJO PRÁCTICO: Es recomendable dedicarle todo nuestro tiempo durante los primeros
días y no permitir que salga a la calle, ya que puede correr peligro.

 

1.6 Mostrándole su nueva casa

En cuanto el gatito llegue a casa le mostraremos sus utensilios: la bandeja de arena, los recipientes para la comida y el agua, su cama y su rascador. Es importante que estos dos últimos estén próximos ya que así el gatito utilizará el rascador cuando se levante de sus ratos de reposo.

Lo más probable es que al principio no sepa utilizar la bandeja de arena, pero no hay que preocuparse en exceso. Los gatitos son animales muy limpios y, enseguida, con unas sencillas pautas van a aprender a utilizar este utensilio.

Si hay niños en casa, se van a entender enseguida. Normalmente gatos y bebés se llevan muy bien y es improbable que un gatito lastime a un niño. De cualquier forma, no está de más tomar una serie de precauciones.

En primer lugar, hay que hacer entender a los niños que el gatito no es un juguete, por lo que no deben asustarle ni tirarle de la cola o las orejas, ya que el animalito se podría asustar y arañarles. Después, es muy importante enseñar a los niños a cogerle correctamente. Un gatito es lo sufi cientemente pequeño como para sostenerlo con la palma de la mano, poniéndola bajo su pecho y sujetando suavemente sus patas delantera.

No hay que cogerlo nunca por las patas delanteras o por el pescuezo. A los gatitos les encantan las caricias, la atención y el amor, y su personalidad se desarrolla plenamente si se le toca o se juega con él. Es muy importante tratarlo con sumo cuidado.

Si ya hay otro gato en casa, presentémosle al nuevo gatito progresivamente. Si el gato está esterilizado, ya sea macho o hembra, terminará aceptándolo sin problemas pero, hasta no estar seguro de ello, es mejor que no se queden solos. Si hay un perro, también deben conocerse progresivamente, pero teniendo en cuenta que, por muy sorprendente que parezca, es muy fácil que un perro acepte pronto al gatito.

No escondamos al gatito en cualquier habitación cuando vengan personas a casa. Si no molesta a las visitas, también es recomendable que les presentemos al nuevo miembro del hogar, esto ayudará al gatito a aceptar extraños y a facilitar su proceso de socialización.

CONSEJO PRÁCTICO: Presentarle progresivamente a los miembros de su nueva familia y a los otros animales de la casa le ayudará a integrarse con facilidad.
 

1.7 Poniendo nombre a nuestro gatito

Lo más aconsejable es que el nombre de nuestro gatito sea corto y fácilmente identifi cable. Utilicémoslo desde el primer contacto que mantengamos con él, repitiéndolo con frecuencia y mientras se le acaricia, para que lo relacione con muestras de cariño, enseguida atenderá a su nombre y acudirá cuando le llamemos.
 

1.8 La primera visita al veterinario

Aunque hayamos adquirido el gatito con todas las garantías, es necesario llevarlo inmediatamente al veterinario. Un experto es quien puede realmente evaluar el estado en el que se encuentra. Recapitulemos la mayor información posible sobre nuestro gatito, fecha de nacimiento o si tiene alguna vacuna.

Durante la primera visita es importante fi jarse en la limpieza del consultorio y en la cordialidad y efi ciencia del personal. No esperemos a tener la sospecha de que nuestro gatito sufre alguna enfermedad para acudir a la consulta. La primera visita, en un ambiente relajado, nos ayudará a informarnos sobre todos los aspectos que nos interese saber sobre el gatito y, lo más importante, a establecer un clima de confi anza en un ambiente relajado.

CONSEJO PRÁCTICO: Las vacunas deben administrarse a partir de las seis semanas de edad.

 

 

 

 

Fuente: Affinity Pet Care.